Cada vez más personas se preocupan por la educación en nuestro país. De hecho, la educación, lleva ya varios meses estando entre los seis primeros problemas por los que la población española está más preocupada según el barómetro del CIS.
Y no es para menos, pues poco ha evolucionado la educación en las últimas décadas. En muchas aulas aún se continúa enseñando como cuando nuestros padres iban a la escuela, y eso, en una sociedad digital es nefasto para los alumnos.
Hay que tener en cuenta que los verdaderos protagonistas de la educación no son otros más que los alumnos y lamentablemente en muchas ocasiones los dejamos de lado, pasando a ser lo actores secundarios o incluso a veces, el atrezzo de esta película.
Como nos dice el Dr. González Galván (2012) “Se tiene que pasar de un profecentrismo pasivo donde predomina el contenido reproducido por el conductismo donde el profesor es acrítico, autoritario, autista, burócrata, memorista, monologuista […] a un alumnocentrismo dinámico propuesto por el constructivismo donde el alumno es activo, tolerante, respetuoso, solidario, responsable […].”
Afortunadamente parece que cada vez más docentes (los coprotagonistas de esta historia) se están sumando al carro del cambio de la educación y gracias a nuevas metodologías (ABP, Flipped Classroom, Filosofía Maker, etc), están consiguiendo que los alumnos sean mucho más partícipes en la creación de su propio conocimiento.
Para llegar a esta Transformación, debemos tener en cuenta que solamente con la tecnología no nos basta. Debemos realizar un cambio profundo, desde el profesor y su formación individual, hasta cambiar el tipo de aula tradicional, como hemos podido ver hace unas semanas en la Fundació Collserola, donde han inaugurado el primer aula RTC (Reinvent the Clasroom) de la mano de HP, Intel. Microsoft y SMART, en el que se propone un aula totalmente diferente donde el alumno es el centro de todo el proceso de enseñanza-aprendizaje.
